ANTONIO MARTÍN ORTIZ: MARCO PORCIO CATÓN. (Catón El Viejo, Catón El Censor):Cómo administrar y enriquecer la hacienda familiar
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

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martes, 25 de octubre de 2011

MARCO PORCIO CATÓN.
(Catón El Viejo, Catón El Censor)
:
Cómo administrar y enriquecer la hacienda familiar


Esta imagen es una cortesía del Profesor Don Paco Hidalgo, que me ha hecho referencia a ella, y hace el siguiente comentario. Muchas gracias, amigo mío, Don Paco.

Además, en el mundo del arte es muy conocida la escultura de Catón y su esposa, pues es de las primeras muestras del retrato realista romano, que irá idealizándose poco a poco, sobre todo, tras la irrupción imperial. Los rasgos realistas de ambos retratos saltan a la vista en la primera contemplación.

Marco Porcio Catón (MARCVS PORCIVS CATO) (Tusculum 234 aC. - 149 aC.) fue un político, escritor y militar romano apodado Censorius (El Censor)), Sapiens (El Sabio), Priscus (El Antiguo) o Maior (El Viejo), para distinguirlo de su biznieto Marco Porcio Catón El Joven (Marcus Porcius Cato Iunior).

Catón procedía de una antigua familia plebeya que se había distinguido por reseñables servicios militares, pero no por el desempeño de alguna magistratura política. Fue criado a la manera de sus antepasados latinos y educado en la agricultura, a la que se dedicaba cuando no estaba integrado en el servicio militar. Sin embargo, Catón llamó la atención de Lucio Valerio Flaco, que lo llevó a Roma, donde, gracias a su influencia, Catón fue ascendiendo a través de las diferentes etapas del Cursus honorum (La carrera de los honores, o Carrera de los cargos públicos): tribuno en 214 aC., cuestor en 204 aC., pretor en 198 aC., cónsul en 195 aC. junto a su viejo patrón, y finalmente censor en 184 aC.

Además de ser un Político de primera línea y un escritor abundante, fue un orador de los mejores: en la época de Cicerón se recordaban de él más de 150 discursos, modelos todos de la mejor Oratoria. Creía él que la fuerza y riqueza de Roma residía en la agricultura. Constancia de ello fue el libro que escribió sobre el tema, De Agri Cultura.

 Cicerón nos explica una anécdota interesante de él en su obra De Officiis [Sobre los Deberes]. Aquí la tenéis.
En este tipo de comparaciones está aquélla de Catón el Viejo: cuando a él se le preguntó: ¿Qué es lo que más provecho tiene en la economía familiar?, respondió: Apacentar los ganados bien; ¿Qué lo segundo?, Apacentar los ganados bastante bien; ¿Qué lo tercero?, Apacentar los ganados (aunque sea) mal; ¿Qué lo cuarto?. Labrar. Y, cuando aquel que había preguntado, dijo: ¿Qué (te parece) el préstamo a interés (= la usura)[*]?, entonces Catón dijo: ¿Qué (te parece) matar a un hombre? De este ejemplo y de otros muchos debe entenderse que se suelen hacer comparaciones entre las cosas útiles y que con razón está unido a esta costumbre el género de investigar los deberes.

[*] Hay que tener en cuenta que la palabra Latina fenerator (faenerator) - feneratoris (faeneratoris) significa al mismo tiempo, en la Lengua de Cicerón y Catón, entre otros, prestamista y usurero, porque los intereses en Roma eran altísimos, llegando a veces al 5% mensual, lo que significa el 60% anual, mucho más altos que la mayor Prima de Riesgo de la Zona Euro de la actualidad (¡¡!!).

Marco Tulio Cicerón, Sobre los Deberes, II, XXV, 89
Traducción ©: Antonio Martín Ortiz

XXV.[89] Ex quo genere comparationis illud est Catonis senis: a quo cum quaereretur, quid maxime in re familiari expediret, respondit: "Bene pascere"; quid secundum: "Satis bene pascere"; quid tertium: "Male pascere"; quid quartum "Arare"; et cum ille, qui quaesierat, dixisset: "Quid faenerari?", tum Cato: "Quid hominem," inquit, "occidere?" Ex quo et multis aliis intellegi debet utilitatum comparationes fieri solere recteque hoc adiunctum esse exquirendorum officiorum genus.
Marcus Tullius Cicero, De Officiis, II, XXV, 89


C'est à ce dernier genre de comparaison que se rapporte un mot de Caton l'Ancien. On lui demandait quelle source de richesse il appréciait le plus : « Un élevage prospère » répondit-il. Et quoi encore? « Un élevage assez prospère. » Et en troisième lieu : « L'élevage encore, ne fût-il pas prospère. » - Et quatrièmement ? « Le labourage. » Celui qui posait ces questions ayant demandé: « Du prêt à intérêt, que penser ? » - « De l'assassinat que penser ? » dit Caton. Par cet exemple et beaucoup d'autres, on doit connaître que c'est la coutume de comparer entre elles les choses utiles et que nous avons eu raison de joindre ce chapitre à notre étude des bonnes règles de conduite

15 comentarios:

César dijo...

Qué gran idea, D. Antonio, ilustrarnos acerca del modo de ahorrar o incrementar el peculio!
Con los tiempos que corren es tan importante como saber manejar el fisbuk!

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Don Cesar, amigo mío,

Creo que anda Vd. un poco equivocado por lo que se refiere al aumento del peculio. Tenga en cuenta que el trabajo y la labranza funcionaban en la época de Catón, los siglos III/II aC, porque entonces los Políticos, con excepciones evidentemente, se dedicaban a la Política. Ahora, como bien sabe Vd., las cosas han cambiado algo, y una buena parte de los Políticos se dedican directamente a aumentar su peculio personal, es decir, sus cuentas bancarias y sus posesiones.

Para cerciorarse de ello, sólo hace falta ver unos cuantos Telediarios.

Si Vd. de verdad quiere hacerse rico y más rico, dedíquese a la Política y deje de trabajar.

Quizá pueda interesarle saber que Catón, además de las cualidades de la labranza y el pastoreo, también hablaba de las cualidades del vino y la col.

Le envío un abrazo vinero.

Antonio

Chacien dijo...

No quiero perder ocasión de meter la cuchara en el jugoso asunto que hoy nos propone, amigo Antonio, pues la Usura, ya desde mi adolescencia me ha parecido, y aún me parece, más que una lacra para la sociedad, que probablemente lo es (no hay más que constatar las consecuencias que venimos padeciendo por la acción de su hermana gemela, la Especulación), más que una lacra para los demás, digo, me ha parecido desde antiguo y me parece una actitud personal de lo más inmoral, propia de almas rapaces y corazones de granito, insensibles al infortunio de los más débiles y necesitados, de quienes se suelen aprovechar.

Probablemente (haciendo un guiño a su anterior entrada) este sería un punto (la condena de la usura) en que coincidirían Marx y Jesucristo, el comunismo y la religión, ¿se da usted cuenta?

Un abrazo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Carlos, Don Carlos,

Tiene Vd. toda la razón del mundo al afirmar que la Usura y la Especulación son las lacras, entre otras, de todos los tiempos, y cualquier sistema de pensamiento que pretenda tener alguna entidad tiene que condenarlas. En esto, como bien dice Vd., pueden estar de acuerdo Jesucristo, Buda, Mahoma, como dignos representantes de la Religión, y Marx, Engels, Lenin, el mismo Stalin, y muchos otros.

Quizá discrepen de esta opinión los propios practicantes de la Usura y la Especulación de nuestros tiempos, que también los hay: suelen, en general, ir bien vestidos, estar bien comidos, y llevar corbata. Este tipo de individuos, de todos conocidos, porque ocupan buen espacio en los mass-media, suelen incluso estar bien vistos por algunos sectores de la Sociedad, porque ellos, claro está, tienen la habilidad de cambiar los nombres de las cosas: a la Usura y la Especulación las llaman respectivamente beneficios e inversiones.

Incluso podemos sospechar que, entre su público, hay personas lo suficientemente ignorantes como para creerlos.

Le envío un gran abrazo.

Antonio

MA dijo...

Hola Antonio paisano mío interesante y cultural post nos regalas de tu escritura.

Lo he leído es muy propio para los tiempos que corren teníamos las arcas llenas en España y las han vaciado los mandatarios por su mala política para el pueblo y buena política para ellos.

Buena contestación de Cantón con el préstamo de interés...Usureo por las nubes el interés del prestamista.
Era matar a un hombre a todos los hombres que les prestaran dinero y hacerse más ricos.

La ley del embudo ancho para el rico y estrecho para el pobre.

Los tiempos cambian y la historia se repite como el ajo...


Gracias mil Antonio por tu grata huella bloguera en mi espacio amigo de letras.

Besos de luz y de color,a mal tiempo buena cara.

Feliz fin de semana.

MA.

elena clásica dijo...

Mi querido Antonio:

Menudo tema nos traes de la mano de Catón, el Viejo, el hombre polifacético: político, militar, historiador, escritor, agricultor, orador…
La política nos remonta etimológicamente a la sabiduría de los filósofos griegos, pues, politikós, significa en su origen: lo civil, lo ciudadano. Término, creo, derivado de “polis”, ciudad.
Ciudades autónomas y soberanas, las polis, formaban Grecia. Y en ella nació la democracia como doctrina política en la que el pueblo intervenía y participaba del gobierno.
De ahí que la política surgiera como una actividad humana que tenía como objetivo gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad.
Apostillo, por mi cuenta, así nació y ese objetivo tenía, todo ello en pasado, porque el presente político poco tiene que ver con el significado etimológico. Y cuando nos olvidamos de las fuentes, de los orígenes, de nuestro compromiso con el peso de la historia: ¡malo! A ningún lado bueno nos dirigimos.
Todo aquello que signifique beneficio personal, discordia, crispación, y más allá sufrimiento y guerras, poco tiene que ver con la política. La política debe redundar en el interés social, en la mejora de todos, no en el hundimiento de muchos en beneficio de unos pocos porque en tal caso, también nos lo aclaran los griegos, no hablaríamos de πολιτικός , sino de ἰδιωτικός, es decir de aquellos que miran por sus intereses personales y sus ganancias privadas, fuera de la res “cosa” pública, pues si no me equivoco, el prefijo –ιδιω, significa “mismo”, “propio”.
El chiste está servido, no soy una gran oradora como Catón, pero bien se les podría echar en cara a tantos que se quieren llamar políticos, ¡que no son “políticos” sino “idioticos”!
No me extraña pues, que preguntado Catón por el mejor método para el funcionamiento de la economía, confiara en la ganadería y en la agricultura y acusara al prestamismo, o a la usura, como queramos, de crimen.
Hombre culto y sabio, Catón, no hay duda. Como curiosidad, aporto un poema que Luis Benítez dedicó a Catón, el censor:

“Duda como un griego pero actúa como un romano”,
acaba de decir hace un rato,
perdido entre los pliegues del pasado,
a un niño poderoso que domina
su suerte y la del mundo que lo escucha.
Hace un rato, apenas: el tiempo es el tiempo que repite
las voces de Catón y otras maneras.
Sobre el eco del aplauso se ha enroscado la hiedra,
hoy otro Mediterráneo divide la tierra de la tierra.
Pero él sigue envolviéndose en su manto,
victorioso sobre el emperador y los mortales,
huyendo hacia su villa donde el ánfora
y el pecho de dos adolescentes aún le esconden
el peso del papel representado,
las arduas consecuencias para otros
que son la duda griega, quién y cuándo.


De manera, que solo me resta, querido amigo, despedirme agradeciendo otra de tus fantásticas entradas, con un beso gigante de cariño y admiración.
Ya lo sabes: tu admiradora Ἑλένη.

Aristos Veyrud dijo...

Desde ese entonces ya existía la manía de embaucar a la gente con los empréstitos, y cómo cuesta aprender a evitar los males milenarios.
Con todo cálculo estos vividores hacen esfuerzos para que la gente no se eduque y no estudie la historia, la memoria va contra sus intereses. Sin educación el pasado es fácil de sesgar y distorsionar o borrar, como lo anotaron varios comentaristas en la publicación pasada. A esto súmele un alto grado de confusión y tienen todo a su entera libertad para actuar como se les antoje.
En la película Wall Street 2 se transparenta mucho de estas prácticas inescrupulosas de los banqueros. Se puede ver en cuevana.com
Reciba un abrazo amigo Antonio de agradecimiento por sus aclaradores trabajos y publicaciones.

Javier dijo...

No sólo destacan en Catón sus dotes literarias, oratorias y políticas, sino que fue considerado siempre como ejemplo de rectitud y severidad, paradigma del espíritu romano que alumbró un imperio.

Oportuna la mención de la anécdota económica en estos tiempos, Antonio. Avaricia y usura probablemente carecerían de sentido en un mundo sin dinero donde el esfuerzo, el trabajo, fuera el verdadero patrón-valor. Como Ud. bien sabe en la Roma anterior a la aparición del vil metal el ganado era el referente, y en el número de cabezas se medía la riqueza de una familia. De ahí procede, salvo mejor criterio por su parte, el término pecunia equivalente a dinero, pues pecus era la palabra asignada para definir al ganado o rebaño.

No descubro nada nuevo al decir que Catón pertenecía a una familia romana plebeya cuya industria sirve de origen y referencia para el propio nombre de la gens, pues los Porcii fundamentaron su riqueza en los grandes rebaños de cerdos que poseían.

Un abrazo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga MA,

Muchas gracias por tu visita a este espacio. Como bien sabes y expresas, en algunos aspectos las cosas han cambiado bastante poco en los últimos milenios. Se ve que lo de la usura con los préstamos no hay dios que lo arregle. Y, si no, para eso están los banqueros. Uno ingresa 1000€ en un Banco, no los toca en mucho tiempo, y, cuando va a que se los devuelvan, resulta que las comisiones los han devorado. Y eso, si uno tiene suerte, porque muchas veces lo que te dicen es que debes dinero al Banco.

Te envío un buen abrazo, amiga y paisana mía.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena Clásica, Φίλη Ἑλένη, mi Querida Elena,

Como siempre, tu comentario redunda en conocimientos y sensatez por todas partes. Como ya te he dicho en varias ocasiones, no se te escapa ningún detalle, y no hay tema que te ofrezca resistencia, Son, como era de esperar, muy acertadas tus observaciones sobre el homo [ἅνθρωπος] πολιτικός, el que se preocupa por todos los demás ciudadanos, y el ἰδιωτικός, el que se preocupa sólo por sí mismo. Como suele suceder, detrás de una perversión de la Realidad, hay una perversión del lenguaje. En este sentido, me temo yo que nuestros Políticos de ahora pertenecen más al ἅνθρωπος ἰδιωτικός que al ἅνθρωπος πολιτικός, y así nos van las cosas actualmente. Anotemos también que el término idiota se relaciona con ἰδιωτικός.

Y, como para muestra, un botón, así tenemos la Enseñanza, cuya degeneración sufrimos todos en carne propia, y también la Sanidad, de cuyas restricciones ya nos vamos dando cuenta todos, porque también las estamos sufriendo ya en carne propia.

Muy oportuno el poema de Luís Benítez, del que recojo un verso que es una frase áurea:

“Duda como un griego pero actúa como un romano”.

Efectivamente, todos sabemos que los Griegos eran grandes pensadores, y también que los Romanos tiraban más a lo práctico. Quizá sea la síntesis de la forma de pensar de ambos pueblos la que ha producido los mejores frutos en Occidente, y también es verdad que, dado que llevamos ya bastante tiempo sin atender a lo que ellos nos enseñaron –porque el Latín y el Griego hace ya tiempo que están heridos de muerte en los Planes de Estudios-, las mal llamadas Democracias Occidentales están atravesando uno de sus peores momentos.

Muchas gracias, Querida Elena, por tus siempre sabias aportaciones.

Te envío, como siempre un gran abrazo y toda mi empatía hacia ti y hacia todas tus circunstancias actuales.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Aristos Veyrud,

Totalmente de acuerdo con lo que dices: los Banqueros y los Poderosos tienen los cerebros grises que los asesoran debidamente para que sean ellos los que continúen detentando el poder. En cuanto al resto de los mortales, hacen todo lo posible para que continúen en su estado de ignoracia e inconsciencia, y poderlos así tener sometidos, sin que ellos se den cuenta. Porque, si no fuera así, ¿a qué viene esta continua degradación de la Enseñanza Pública? Pues sencillamente porque los poderosos envían a sus hijos a la Escuela Privada y tienen un descomunal interés en que la Pública sea peor cada día.

Concluyo diciendo que es más fácil dirigir y manipular a un rebaño de borregos que a una colectividad de hombres y mujeres libres y bien formados.

Te envío un gran abrazo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Profesor Don Javier,

Se lo he dicho ya algunas veces en su espacio, La Raza de Caín: es Vd. un hombre que sabe de todo, y en todo tiene un rigor más que admirable. Sus conocimientos desconocen todo límite. Como no podía ser de otra forma, tiene Vd. toda la razón al atribuir el origen de pecunia [dinero] a pecus [ganado], porque, efectivamente, el ganado y las tierras eran los índices de la Riqueza en tiempos pretéritos. Todavía recuerdo yo que, durante mi infancia, en mi pueblo, Trevélez, en la Alta Alpujarra Granadina, las riquezas de sus habitantes se medían por la cantidad de cabezas de ganado que tenían y las tierras de cultivo de su propiedad.

Fíjese Vd. también en que nuestra palabra ganado (cabezas de ganado), según la RAE, procede del verbo ganar (ganancias): curiosidades de la Lengua.

Añado a mis conocimientos el hecho de que los Porcii tienen ese nomen por las riquezas en porcus (cerdo) que tenían en sus orígenes. Si quiere que le diga la verdad, nunca antes se me había ocurrido pensarlo. Añado ahora este nuevo dato a mis humildes conocimientos.

Le reitero mi admiración, y le envío un gran abrazo, Querido Profesor y amigo Javier.

Antonio

PACO HIDALGO dijo...

Don Antonio, casi se me pasa comentar esta interesantísima entrada sobre Catón el viejo. Gran orador, gran escritor y gran economista, si se puede decir así, tal como demuestra la anécdota que refiere el gran Cicerón. Hubo dos Marco Porcio Catón en Roma, pero creo que fue este el que dijo aquello que Cartago mientras existiese daría muchos quebraderos de cabeza a Roma y había que aniquilarla: "Cartago delenda est", abogando por iniciar cuanto antes la tercera guerra púnica. Además, en el mundo del arte es muy conocida la escultura de Catón y su esposa, pues es de las primeras muestras del retrato realista romano, que irá idealizándose poco a poco, sobre todo, tras la irrupción imperial.
En fin, sólo felicitarle por esta esmerada entrada. Un abrazo cordial.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Don Paco,

De Vd. siempre se aprende algo y siempre es interesante. Me interesa, sobretodo, eso de que

Además, en el mundo del arte es muy conocida la escultura de Catón y su esposa, pues es de las primeras muestras del retrato realista romano, que irá idealizándose poco a poco, sobretodo, tras la irrupción imperial.

Si Vd. dispone de la imagen de esa escultura, y tiene la amabilidad de enviármela por correo electrónico
amarti33@xtec.cat
la imagen misma, o el enlace a Internet en el que aparezca, la incluiré en las imágenes que tiene el texto ese de Cicerón. Quedaría muy bien. Si se trata de un anlace a Internet, también puede dejarlo como comentario.

Es cierta la anécdota que se explica de que Catón el Viejo, al finalizar sus discursos, solía añadir:

Además pienso que Cartago tiene que ser destruida.

Suele citarse en Latín de dos formas:

Ceterum censo: Delenda est Carttago.
Además pienso: Cartago tiene que ser destruida.

Ceterum censo delendam esse Carthaginem.
Además pienso que Cartago tiene que ser destruida. 

Es cierto que hubo dos Catones famosos. El otro es

Marco Porcio Catón de Útica (Marcus Porcius Cato Vticensis): Roma, 95 aC. – Útica, 12 de abril de 46 aC.).

Estando en Útica, luchando contra César, Catón no participó en la batalla y, negándose a vivir en un mundo gobernado por César, y rehusando concederle a éste el poder del perdón, se suicidó. De acuerdo con la crónica de Plutarco, Catón trató de suicidarse arrojándose sobre su propia espada, pero falló en su intento al tener la mano herida. Uno de los esclavos de Catón lo encontró en el suelo y llamó a un médico para que atendiera sus heridas. Catón esperó hasta que terminaron de atenderlo y lo dejaron, para posteriormente quitarse los vendajes y, con sus propias manos, extraerse los intestinos, completando de esta horrible forma su suicidio

Le envío un gran abrazo, Don Paco, amigo mío.

Antonio

Dilaida dijo...

La peonía te ha quedado preciosa, gracias por fijarte en ella, es todo un honor para mi que luzca en tu blog y que sirva para honrar a tu padre adoptivo.
Me ha gustado mucho esta entrada, tan actual, a pesar de los siglos que nos alejan.
Bicos