ANTONIO MARTÍN ORTIZ: INTERNET DESDE LOS INFIERNOS CERRADO PROVISIONALMENTE POR ORDEN DE ΠΕΡΣΕΦΌΝΗ, PROSÉRPINA
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

jueves, 14 de enero de 2010

INTERNET DESDE LOS INFIERNOS CERRADO PROVISIONALMENTE POR ORDEN DE ΠΕΡΣΕΦΌΝΗ, PROSÉRPINA




Soy Περσεφόνη [Persephónē], la que los Romanos llaman Prosérpina. Como sabéis, yo me paso una parte del año en La Tierra y otra en El Hades, en Los Infiernos. Soy la reina de Los Infiernos. Mis súbditos son sombras y espectros. Algunas de ellas, porque todas eran sombras de mujeres, me han desobedecido, aprovechando mi estancia en La Tierra, y se han burlado de mi fiel Can Cerbero, engañándolo o hechizándolo, incluso amenazándolo. De esta forma han conseguido pasar unas horas entre vosotros, el mundo de los vivos. He salido yo a echar un vistazo y me he encontrado con este espacio lleno de comentarios de súbditas mías.

The Return of Persephone 1891
Painted by: Lord Frederick Leighton. Portrait

http://www.frederic-leighton.org/The-Return-of-Persephone--1891-large.html

Eso no me ha gustado ni un pelo, de forma que lo he borrado todo de esta primera página, y lo he dejado donde debía estar, en comentarios, pero no os preocupéis, porque a mí este mundillo de Internet también me gusta. También podría suceder que sea yo misma la que les dé permiso a esas sombras y espectros para salir nuevamente de este Infierno y pasar unas horas con vosotros, y, sobre todo, con vosotras. Y es que las del género femenino tenemos que ser solidarias unas con otras, sin distinción de lugar de residencia, si a este lugar se le puede llamar así.

Me vuelvo a LOS INFIERNOS,

y vosotras también,

¡A LOS INFIERNOS!


Caravaggio. Jupiter, Neptune and Pluto. c.1599-1600. Oil on plaster. Villa Ludovisi, Rome
http://www.abcgallery.com/C/caravaggio/caravaggio3.html


22 comentarios:

Chacien dijo...

Estimado amigo, no se puede negar el acierto de esta especie de juego de dramatización con personajes míticos salidos de los infiernos: es de un efecto pleno de gracejo, originalidad y resulta, además, muy oportuno y en sintonía con el contenido de su blog.

Lo que es ya de una gracia inconmensurable es cuando dice ahora eso de que "Y es que las del género femenino tenemos que ser salidarias unas con otras...". Le confieso que me he quedado perplejo: ¿es que pretende rizar el rizo y enlazar la temática de los infiernos con la de nuestra admirabilísima Safo de lesbos? Pero, ¿esto no contradice su tesis de poner en duda el lesbianismo la poetisa?

Saludos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Natàlia Senmartí Tarragó ha dejado dos comentarios, en dos ENTRADAS diferentes. Como tienen relación con la presente, y para que sean más accesibles a los eventuales lectores, las dejo también aquí tal cual. Aquí tenéis el primero.

SAFO DE LESBOS (Y IV): ELENA CLÁSICA, CON SU MAJESTUOSO COMENTARIO, CIERRA LA SERIE CON BROCHE DE ORO:

!!Basta ya!!! lloronas griegas, troyanas, cartaginesas, mentirosas todas, en el Hades nos hemos visto pero me volvéis la espalda, estiradas y míticas, inventadas, pero ese perrito de tres cabezas me lame la mano, es mi faldero.
Yo, Livia, esposa de Augusto, ROMANA, patricia, matrona, Augusta, os saludo con un tíbio y desdeñoso !ave!
El temperamento romano es fuerte y el de las romanas, el doble aunque llevemos delicadas stolas y no nos paseamos con un labrado pectural y un emplumado casco por el imperio conquistado, todo de este a oeste, incluida la maldita Cartago, DELENDA EST CARTAGO, !bien dicho carca Catón, vejestorio, ahí acertaste por la Mater Matuta.
Harta estoy de vuestra femeniles quejas, sólo eso sabéis, lloriquear y arañaros el ajado rostro.
Helena, mientes, en brazos de bello Paris te arrojaste y luego en los de su hermano Deífobo, de cama en cama para volver mansita al lecho del indigno consorte Menelao, el pelirrojo gordo. Miente Safo al hacerse la estrecha casta, pregunta a las niñas que "educaste" ¿hasta dónde?
No quiero mentar a la adúltera Clitemnestra, ni a la hijuela de Agamenon que convirtió en homicida y matricida al joven Orestes.
No quiero, voto a Juno, citaros más, espectros de Micenas, griegas, cautivas troyanas, esa vidente loca de Casandra, la perra Hécuba, íncubas, espírutus Penates, Lemures, Larvaes...!larvas todas!
Pero a la que más aborrezco a la púnica Dido, esa que se acostó deleitosa con Eneas, padre de los padres de mi Augusto marido, y luego quería retenerle con seductoras tretas para que no se consumase su glorioso Destino, ser el origen de ROMA. Lo sé de cierto, me lo contó Virgilio, jajaja, o más bien yo le dicté ese fragmento, qué dulce el poeta.
Volveos todas a los Infiernos, vuestra gloria fue inventada, la mía real como el Capitolio y los Foros. Desde los Elíseos, tendida en pasto fragante, os veo vagar, ánimas en pena, siempre plañideras, nunca contentas ni con vuestras sombras.
Yo, Livia Drusila dómina imperial os maldigo extranjeras, yo era la DIGNITAS romana, tejía el telar, oraba a Vesta en el sencillo larario de mi casa, cocinaba de todo...hasta setas envenenadas, jajaja, eso dicen.
Yo MATER amantísima, velé por mi Tiberio hasta alzarle en el poder, cualquier obstáculo lo aparté, no lo niego, para hacerle César.
Yo en fin, os detesto, no deseo que la tierra os sea leve sobre vuestras cenizas, imploro a las Furias para que de una vez por todas "lupas", !Medusas! se os olvide, humo sois, nada.
Yo fui bella y deseada pero no utilicé en vano mis encantos, me dediqué a otros temas nada femeniles; era firme y actuaba en un mundo de hombres, compartí EL PODER con mi esposo de tú a tú, y clamo !salves ROMA!
No todo han de ser loores, adulaciones mútuas y patéticas, ni aplausos para vosotras, ínfimas criaturas. !Cunnus!
Supe gastar la vida aplicando la frase del flaco o más bien, fláccido, Horacio: CARPE DIEM, y no me lamento, declaro que viví y no lloré ni me lamenté. Gracias Destino y Fortuna por haberme hecho nacer romana.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Natàlia Senmartí Tarragó ha dejado dos comentarios, en dos ENTRADAS diferentes. Como tienen relación con la presente, y para que sean más accesibles a los eventuales lectores, los dejo también aquí tal cual. Y aquí tenéis el segundo.


IN HONOREM: CARMENSABES, CARMEN PASCUAL, Y ELENA CLÁSICA, ELENA PASCUAL:

Antonio amigo, Elena, Carmen, me quedo anonadada con vuestras entradas sutiles, divertidas, poéticas, creativas y doctas !SALVES!
Gracias Antonio por compararme con...nada menos que Tácito.!Aves! de parte de Quinto, siempre esperará tus comentarios para sentirse más que escrito, casi vivo.
Te comunico amigo que he incluido un "comentario" picarón y puñetero, bajo la imponente entrada de las míticas mujeres, un beso a cada una de ellas. En él he querido sembrar cizaña, lo reconozco, con sentido del humor, lo procuro, ya me dirás y me diréis si os parece bien leerlo.
Que Fortuna os ampare.

Isabel Barceló Chico dijo...

Me dan risa tus palabras, Livia. Habla la envidia por tu boca y tu palabrería no la consigue enmascarar. Que tú tejías las túnicas de tu marido Octavio... ¿Y qué? ¿Acaso no lo retuviste con tretas, buscándole virgenes para que las desvirgara? No sé por qué te colocas por encima de nosotras: Helena, al menos, amó. Y Clitemnestra. Y yo amé también, aunque fuera a un indigno como Eneas. Pero viví una gran pasión, intensa y hermosa mientras duró: no como tú, que de amores no sabes nada porque tienes el alma seca y el corazón a reventar de ambición. No te envidio, Livia. Ni pienso desvanecerme en la nada como pretendes. Fui reina, no lo olvides, mientras tú sólo fuiste una sombra maligna al lado de tu marido. No fuiste nada por tí misma ni nadie te recordará salvo por tu malicia. Ya ves que Cartago, en los infiernos, aún no ha sido derrotada.

Dido.

Natàlia Tàrraco dijo...

Ja, ja, ahora sale del Hades, Dido, la fenicia que echaron a patadas de su pátria, no me vengas con trucos a lo Medea, otra que tal, has manupulado la historia a tu gusto femenino y torpe, porque amáste a Eneas y luego sin poder soportar su ausencia te suicidaste, menuda reina para aquel pueblo que más tarde redujimos a cenizas. De tal "reina" tal nación, entérate, no es con "amores y carantoñas"como se gobierna. No es de reinas abandonar la responsabilidad que supone serlo, en ti primó el deseo y la pasión más que la cordura, pero nosotros romanos anulamos eso de los reyes caducos por la REPÚBLICA, recuerda, la inventamos en ROMA y aún perdura para gobierno de los seres humanos.
Jamás me valí de tretas seductoras para estar en mi lugar, me valí de las armas que emplea la política, ingenua meretriz oriental ¿ignoras, niña, lo que significa eso?
Estuve siempre a la altura de las circunstancias y al lado de mi esposo, el que fraguó la PAX romana, el hacedor del imperio, y muchas de sus gloriosas obras se deben a mi consejo, aunque no me envanezco, era mi deber, tarea que la memoria de mis MAYORES me exigía.
Fui matrona, sí, desde luego, también mujer decidida y a favor de ROMA !actué! sin tibiezas. Los dioses Capitolinos saben que todo lo llevé a cabo con firmeza, sin pestañear, sin valerme de afeites mujeriles ni de lloriqueos. Aquellos que más tarde me difamaron eran nostálgicos de tiempos pasados (no puede añorarse aquello que ya fue) y rencorosos, sean Tácitos o Suetonios o un tal Graves manipulador fabulista, un bárbaro britano. A mis augustos oídos han llegado, en el Averno, estos infames escritos, a los cuales no doy pábulo por falsos y tendenciosos.
Consúmete, Dido, la reina fracasada, porque Eneas te abandonó en pos de una empresa señalada por Destino. Eneas, sangre de los Julios, héroe de Troya, simiente primera de Roma.
!Ah! y Cartago fue derrotada, reducida a polvo, real y auténtico, por auténticos romanos de vieja estirpe, los nobles Escipiones, el más joven derrotó a vuestro general tuerto, el llamado Anibal; un loco acarreando elefantes por los Alpes, por lo demás, una ocurrencia muy oriental, exótica.
Lo dejo aquí púnica. Entrevístate cuando puedas con Cornelia, otra romana con enteraza sin par, madre de los Gracos, si a mi no me crees, con ella te enterarás de que pasta estábamos hechas las verdaderas patrícias romanas.
VALE.

ΠΕΡΣΕΦΌΝΗ, PROSÉRPINA, REINA DE LOS INFIERNOS dijo...

Me presento:

Soy Περσεφόνη [Persephónē], la que los Romanos llaman Prosérpina. Tenéis que saber que yo sigo siendo la única reina de estos INFIERNOS, y vosotras tenéis que obedecerme en todo.

Tú, Livia Drusila Augusta, hija de Marco Livio Druso Claudiano, tercera esposa de Augusto, que te casaste en primeras nupcias con Tiberio Claudio Nerón, que te dio como hijos a Tiberio Claudio Nerón, futuro Emperador, y a Druso; abuela de Germánico y Claudio, bisabuela de Calígula y Agripina la Menor, y tatarabuela de Nerón, y todos los títulos que tú quieras;

Y tú, Dido de Cartago o Elisa de Tiro, hija de Belo, también llamado Muto, hermana de Pigmalión y de Anna, esposa tú de Siqueo o Sicarbas, sacerdote del templo de Melkar, y, tú también, todo lo que tú quieras.

Me creía yo que aquí en los Infiernos tenía a unas súbditas sin valor y sin energía, y me estoy dando cuenta de que ocurre todo lo contrario. Me parece muy bien que os discutáis entre vosotras y afiléis vuestras espadas, como si las espadas aquí en los Infiernos valiesen para algo. Pues eso: seguid luchando y practicando. A ver si conseguís formar una especie de ejército de espectros y sombras tan decidido y tan valiente, que seáis capaces de encadenar a este maldito ᾍδης, el mismo que los Romanos llaman Plutón, que, como bien sabéis, es mi esposo a tiempo parcial.

Y también deberéis saber que yo estoy en los Infiernos, aunque sea Reina, no por voluntad propia, sino porque ese asqueroso y repugnante, que es mi consorte y mi tío al mismo tiempo, me raptó, y no tengo forma de escaparme de sus garras, aunque me deja salir una parte del año, pero luego tengo que volver: Así lo decidió el Destino y la voluntad soberana de Ζεύς, al que los Romanos llaman Júpiter, pues es éste en realidad el que lo decide todo, y todos los demás dioses y diosas, aunque no lo parezca, somos como súbditos suyos.

Pues eso, que os animo a que os preparéis para hacer una guerra como tiene que ser, como la que ese Aníbal Púnico, con sus elefantes, y ese Romano llamado Publius Cornelius Scipio Aemilianus Africanus Minor Numantinus hicieron entre ellos, y que de ahí no resulte la destrucción de Cartago por segunda vez, sino la liberación de la que es y soy la Reina de los Infiernos.

¿Os imagináis el poderío de ese Cartaginés y ese Romano luchando, no el uno contra el otro, sino ambos unidos, con sus correspondientes ejércitos, por una causa digna, por mi liberación de la sumisión a mi esposo?

Si lo conseguís, os prometo sacar de los Infiernos a vuestros espectros y a todos los que vosotras me pidáis.

Me voy otra vez A LOS INFIERNOS,
y vosotras, entretanto, tenéis libertad para salir y entrar cuando queráis.

¡¡¡A LOS INFIERNOS!!!.

Περσεφόνη, Prosérpina, Reina de los Infiernos

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Carlos, Chacien,

Agradezco tu comentario, entre otros motivos, porque has dado en la diana con tus palabras, y ya puedes comprobar el rumbo que está tomando este escrito. Por lo que respecta a la frase:

Y es que las del género femenino tenemos que ser salidarias unas con otras,

tengo que decirte que había un lapsus y, en lugar de salidarias, quería decir solidarias, cosa que ya he corregido, como podrás comprobar.

Respecto al tema de Safo de Lesbos, continúo pensando lo que pensaba, que nuestra gran poetisa NO era homosexual.

Algún día de éstos puede que la vuelvas a ver apareciendo por el blog y aclarando toda esa serie de incongruencias que se han dicho de ella.

Te envío un cordial saludo,

Antonio Martín Ortiz

Natàlia Tàrraco dijo...

Mira por donde ahora me sale al encuentro la Prosérpina, señora de los Infiernos. !Qué graciosa! sin ser ninguna de las Gracias, menciona a mi primer esposo el Tiberio Claudio, pater de mi amado Tiberio Claudio de los Nerones, y luego !voto a Vesta!, enumera también a mis hijitos, nietos y biznietos y cita a mi padre ¿acaso no los conocí a todos? ¿Acaso desconozco a mis mayores y a mis parientes?Praenomen, nomen y cognomen del chico menor de los Escipianos, deletrea con pompa rimbombante, lo mismo que si yo no supiera esos datos.
A la africana púnica también la sacas a colación ¿con que intención? Vaya, me salió rima...Con la aviesa de conseguir que nos unamos !antes me junto con la Hydra! para que te saquemos las castañas del fuego -y nunca mejor dicho- de las llamas infernales, que aquí abajo hace una calor del padre Vesubio cuando lo de Pompeya, desde aquí vi el desastre.
Ni a Destino, ni a Fortuna ni a los Hados has de culpar por tu debilidad de diosecilla llorona, como tantas otras que ahora convertidas en sombras, y vivas no llegaron a merecer la condición de simples matronas, o peor, libertas, o peor aún, esclavas del debil temperamento bárbaro.
No me arrugo ante tí, ni gimo, ni me arrodillo, jamás lo hice ante nadie, menos ahora, difunta
¿acaso vas a castigarme con la muerte?
Te aviso, nunca fui subdita de nadie, menos lo seré traspasada.
Adivino tus egoistas intenciones, quieres que te liberemos de tu cosorte Plutón, ese feo barbudo cejijunto y calenturiento que huele a azufre -jaja, cómo no- !y todas juntas!leyendas inventadas y mujeres que vivieron, en fraternidad contra natura. Ni hablar, acude al Máximo, el del Rayo, el del Águila, el Mandamás, que él te libre del yugo matrimonial.
Encima nos mandas callar, pero no será, sólo faltaría que me quedara además de muerta, muda.

Pero me has hecho reflexionar, soy romana y tiendo a ello. No creo en tus promesas, aspectros somos para siempre, y sombras vagando en la eternidad, por romana tambien soy realista; sin embargo veo a la melancolica Dido o Elisa (me gusta más el último nombre)y en mi pecho siento que disminuye las rencilla contra ella levantada. Al cabo, si tenemos que tropezarnos cada dos por tres eternamente ¿por qué no firmar una PAX romana con ella? Por culpa de frecuentar a las Parcas una se ablanda, y quiero preguntarle a Elisa que tinte usa para teñir su túnica; murex de molusco seguro, ¿importado de Tiro su patria? eso me temo.

En definitiva,Prosérpina, me pillas de buen humor, y estoy dispuesta a bajar el filo de mi espada de humo si la púnica se aviene a lo mismo. Creo que ambas tenemos mucho en común, la muerte, y es nécio el discrepar por nada que ahora tenga remedio para nosotras.

Gran sacerdotiza de Juno y de Diana fui, adepta a Isis en secreto, y a Tanit importada de fenicia la veo con buenos ojos, que ellas disipen odios viejos que ahora no vienen a cuento, las cuatro diosas, junto con otras, al cabo, son una sola, LA MATER.

Al menos, infernal divinidad, eso has logrado, más que un as de cobre, por mi, VALE.
!Ah! y me parece que ni Aníbal ni Publio pelearan por tus caprichos, les veo en amena charla junto a la Estigia, contándose batallitas, ayyy, que guapo fué el chico de los Escipiones cuando humilló a Cartago, así se quedó, bello cual Apolo después de muerto, capricho de los Dioses para alegrarnos la vista en los siglos del Averno.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Querida Natàlia,

Tienes que saber que tus comentarios en mi blog, asumiendo el papel de Livia son exquisitos. Ya he contestado aquí mismo a tus primeras intervenciones. Me queda ahora por contestar a la última, que no tiene desperdicio, y es también una delicia. También he leído el comentario que le has hecho a Isabel Barceló, Mujeres de Roma, indicándole el sentido de lo que dices sobre Dido. Como habrás visto por el comentario que te ha dejado en tu blog, no hay problema ninguno: ella también tiene un buen sentido del humor y sabe entrar en el juego, cuando de jugar se trata.

Creo que este cruzamiento de pullazos entre unas y otras va a resultar de lo más interesante. También es una forma de aportar conocimientos el hecho de meterse en la piel de alguien y expresarse como esa persona se supone que podría hacerlo. A mí, desde luego, me encanta este juego, sobre todo cuando se hace con personas del nivel cultural y personal que tienes tú e Isabel Barceló, Mujeres Romanas.

Por lo menos nos lo estamos pasando muy bien, aunque tú estés, como dices, en El Quinto Pino, y nosotros estemos un poco a menos altura, al lado de la costa, la de Barcelona o la de Valencia.

Te envío un gran abrazo y toda mi admiración,

Antonio

Natàlia Tàrraco dijo...

Antonio amigo, me abrumas, me abrumas y más que me abrumas.
Entré en este juego por placer y me lo estoy pasando muuuuy bien con Isabel Romana en el papel de Dido, sublime como siempre. Ahora me queda una duda ¿quién es Próserpina? Tú mismo, Carme, Elena...declaro mi ignorancia en relación a muchas cosas, entre ellas leer griego ¿se esconde su nombre en ese idioma?

Antonio, sinceramente, me animas, no sabes cuanto, a seguir escribiendo al Quinto desde el quinto pino, pero soy de BÀRCINO, como tú, añoro, más que nada, a la mar, la misma que baña las costas de Valencia o de Barna, la que surcó Ulises en la cóncava y negra nave ¿vinosa?

Me parece que de estas réplicas, si prosperan bajo los auspícios de Prosérpina y las Musas, podría salir algo, no sé, un compendio de relatos, una especie de epístolas o diálogos cruzados desde los Infiernos...A ver si se animan las dos maravillas, Elena, Carmen, Isabel y quien quiera.
Aves siempre y èvoe, fins aviat amic.

Euterpe dijo...

Mi nombre es Euterpe, moradora del Parnaso. Estaba comentando con Apolo el estúpido proceder de una de las personas que más honraban a mis hermanas y al hijo de Leto. Me estoy refiriendo al tracio Orfeo, cuyo canto nos cautivaba, nos embelesaba. ¡Qué mala suerte tuvo al perder a su Eurídice! Agradeceré eternamente a los dioses del mundo subterráneo por el inmenso favor que quisieron otorgarle, pero... ¿Por qué desconfió, por qué tuvo que volverse y mirar a su esposa? ¡Lo arruinó todo! Y lo peor fue la tortura a la que lo sometieron las Bacantes...
Ninguna música ha superado a la de Orfeo, pero muchos siglos después de aquellos acontecimientos hemos descubierto algo Febo, mis hermanas y yo. Estamos impresionados y por eso queremos transmitir nuestro hallazgo. Seguidnos:
http://toelzerknabenchor.blogspot.com
¡Sí, un coro de niños, impresionante! ¡Qué voces, qué delicia! No pensábamos que la música iba a ser honrada jamás de un modo tan alto tras la decadencia del tracio, pero... ¡Milagro! ¡Y se trata de unos efebos! Ellos, tan jóvenes, elevan sus voces al Olimpo para deleitarnos...
¿Qué pensáis vosotros, criaturas mortales? Oh: mientras plasmo este mensaje se oyen en su región ecos de Bach, alguien a quien estamos agradecidísimos. ¡Cómo suena Bach en las voces de estos niños!
Euterpe, desde el Parnaso.

Euterpe dijo...

Desde el Parnaso te damos las gracias, Antonio, por acompañarnos a descubrir a esos pequeños cantores que nos honran. Ahora suena por aquí un hermoso minueto, ¿qué será?
He de transmitir un mensaje del sabio Tiresias y del desafortunado Edipo: dicen que esta región tuya es compleja para personas como éstas, que carecen de la facultad de ver. Hay obstáculos que los hacen caminar más lentamente... Pero aun así llegan, como puedes comprobar. ¡Oh, y de nuevo suena Bach, qué honor para las Musas! Voy a reunirme con Apolo, que anda picado con Pan en un duelo musical... Por apreciar más la música del dios de los pastores, me parece que un desafortunado va a sufrir un castigo apolíneo... Tal vez le ponga orejas de burro: un poco cruel... Pero cualquiera lo contraría. Lo de Dafne aún le hiere el amor propio; no la menciones en su presencia si no quieres enfadarlo.

Euterpe dijo...

Hoy había un banquete en el Olimpo, pero me he ido antes de que terminase porque no podía soportar el ataque de celos de Hera y su fuerte discusión con Zeus. Me he pasado por las regiones terrestres y he encontrado a una mortal que me pide que transmita el siguiente mensaje:
"¡Gracias por visitar mis blogs y hacerte seguidor! Si me quieres conocer bien, visita http://viviraciegas.blogspot.com y lee desde la entrada más antigua hasta la más moderna. Te he respondido en el blog de los Tölzer. Para mí también ha sido un placer conocerte, es estupendo que haya personas tan cultas y con tal sentido del humor. Veo que la Cantata 137 de Bach está en tu lista de reproducción: en toelzerknabenchor.blogspot.com presento una grabación de esta obra con los niños de Tölz, también dos del Oratorio de Navidad (El DVD y un CD) y muchas otras más. ¿Es difícil poner tu propia lista de reproducción? Muchos saludos y muchísimas gracias por todo. Ah, ahora suena BWV 51: ésta también la cantó magníficamente un Tölzerknabe, Alan Bergius, el genial Bergius".
Realmente, no sé de qué habla esta chica: casi prefiero los arrebatos de Hera, por lo menos se entienden...
Saludos de mis ocho hermanas y míos.

Prosérpina, Περσεφόνη, Reina de Los Infiernos dijo...

Vamos a ver, Livia, esposa por conveniencia que fuiste de Augusto, del que fue el más poderoso de ese mundo vuestro al que llamasteis Imperio Romano.

Te veo muy envalentonada y con poco respeto a quienes representamos la Auctoritas y el Imperium –para hablar con tu lenguaje- en Los Infiernos. Entérate de una cosa: aquí mando yo, sí, yo, Prosérpina o Περσεφόνη, como prefieras. Sí, yo tengo por consorte a ese maldito Hades o Plutón, que, a pesar de ser el hermano de mi madre Deméter, a la que los Romanos llamáis Ceres, tuvo la osadía de raptarme, pero él a mí no me somete, porque yo soy aquí en Los Infiernos como si fuese una Romana, como tú, y, si tú mandabas sobre Augusto y lo tenías sometido, porque las Romanas, aunque la Ley diga lo contrario, de facto sois así, sois vosotras las que mandáis, y no los hombres. Pues entérate: yo hago lo mismo. Aunque no te lo creas, a ese Hades lo tengo yo sometido y hago lo que me da la gana, y dejo salir de Los Infiernos al espectro o la sombra que me apetece, y que lo sepas, que tú, Livia, vieja asquerosa, has salido de Los Infiernos porque yo he querido, y no te vas a poner tú ahora a desobedecerme a mí y a hacer lo que te dé la gana. Entérate de una vez: aquí soy yo la Reina.

No voy a tomar por ahora medidas contra ti por tu insolencia, porque veo en tu mensaje cierta flojera guerrera y casi te veo ya como amiga de la Cartaginesa, la Dido esa que se vino a Los Infiernos casi sin que lo ordenara yo, porque ella se suicidó, y tú sabes que a mí eso no me gusta. Por eso a los que se suicidaron los tengo en un lugar aparte, como si fuesen apestados.

Bueno, no quiero perder demasiado tiempo contigo, porque tengo muchas ocupaciones y tengo que acicalarme como es de rigor en el género femenino: dentro de algunos días saldré de Los Infiernos y me daré un paseo por ésa, a la que en vida llamabais vuestra Tierra, para cuidarla un poco, y hacer que los árboles cumplan con su obligación, que es dar frutos, y para que todo ese mundo se adorne de flores, porque veo que, con eso del Invierno, está todo muy descuidado.

Bueno, ahora sí, ME VOY a Los Infiernos, y, vosotras todas, a ver si respetáis mis Leyes.

¡¡¡A LOS INFIERNOS!!!

Prosérpina, Περσεφόνη, Reina de Los Infiernos

Natàlia Tàrraco dijo...

Insumisa me declaro ante tus fúnebres e injustos mandatos !MUERTE! porque al cabo, le damos nombre a lo mismo de lado a lado del imperio y del universo, me lo temo y lo compruebo.
Tus vanas proclamas no me afectan ya que jamás creí en ti ni en el Hades ni ese Plutón !cabrón! jaja, barbudo sulfurado. Ahora lo digo, pero sabeís, inventados, que así pensaba en vida cuando me leí al correoso Lucrecio, y acertaba de lleno, lo sospeché pensando y llegué a sus conclusiones atómicas, por un resumir.
Dejad las máscaras que nosotros trazamos para joder con miedos al género humano, instrumentos del PODER...
Yo misma me apliqué en ese culto, arrodillándome a los pies de vuestras falsas figuras que moldearon hombres hacedores de belleza y de terror, ya que nada soís, éter, o a lo sumo, mármol. Lo admito, servíais a mi conveniencia pues grande es la ignorancia humana cuando la acompañan las preguntas que desea resolver con eso llamado...dios o resurección, o más allá. Un montaje que, ahora, una vez muerta, certifico que es farsa absoluta para la cual cualquier oración es patética; lo juro por Juno (a la que no he visto por aquí) y por Tiberio, al cual parí.
!Ah! como me sulfuran nombres vanidosos y títulos adjetivados: AUTORITAS, IMPERIUM, DIGNITAS, bla, bla, bla...jajaja. Aquí y ante la nada los veo reducidos.
Dejémonos de ceremonias ridículas, dejémonos de cuentos para fecundar la tierra desde la muerte, y no cuides, tú, Prosérpina, de fecundar la vida que la matas, pues lo contario eres sin ser nada.

Insultais mi inteligencia para distraer, todas, la nimiedad de vuestras insulsas existencias, sean "supuestamente divinas o humanas".
La cuestión en sí, es preguntarse si valió la pena nacer y vivir lo que vivimos; si así fue, aunque sólo fuera una hora o un invento, pues VALE.
Una mañana contemplaba un pajarito similar al que el ingenuo Catulo describe, picoteando los finos dedos de su amada e ingrata Lesbia, y os digo mujeres difuntas, que sólo por ese momento valió la pena respirar. Mandé que me pintaran en mi gabinete una escena de Flora triunfante para sentir eso, aún me parece respirar a través de la pintura, el aire de la mañana entre los olivos y los granados.
!Oh Lares!como me ha conmovido este pensamiento.

Pero te digo; no te acicales, Prosérpina, la muerte no merece afeites, es, tal cual: "Gélida ínfima ánima mía" según dijo, más o menos, Adriano, uno de los míos, sensible, maricón que ahora, feliz, se junta con su Antinoo. Los veo entre las sombras besándose, o...¿lo sueño? Ojalá les resulte.

Anque queraís, Infieros, confundirnos, aquí estamos muertas, cualquier oración dirigida a vosotros y a vosotras no merece la pena.
Lo importante ahora es que no se me olvide que he quedado con Dido Elisa, para comentar lo de la púrpura...nos hemos hecho amigas ¿por qué no, qué perdemos ambas? Aves al éter.

elena clásica dijo...

Estimada Señora Proserpina, Reina de la bella oscuridad:

Reciba usted primeramente mis más rendidos respetos y admiración hacia su persona y dimensión inmortal.
Me dirijo a usted, bella Dama de los Infiernos, para explicarle que siempre ha representado usted para todas nosotras, tristes mortales, un ejemplo de mujer valerosa, valiente, fuerte y llena de coraje, ¿pues como, si no, había de hacerle frente a la triste situación en la que se encontró tras su secuestro por parte de su marido y tío? Ah, usted que ha heredado todo el ardor primaveral y fuerza de su madre, usted es maravillosa. Qué difíciles tuvieron que ser sus primeros tiempos en el Infierno, llena de temores ante las sombras, espantada ante los espectros, mirando sólo las caras de los grandiosos héroes muertos, mirando cada vez más y más muerte. Ah, cuánto tuvo que sufrir, encantadora niña. Cuánto le tuvo que doler esa triquiñuela embustera sobre que usted había comido los frutos del Infierno y por eso no podría salir de él... Pero cuánto la amó su madre, y luchó por usted y cuánto la amó su esposo en su exigencia de tenerla siempre a su lado.

Bien, Señora, usted ha tomado mano Maestra como digna Reina de ese terrorífico mundo subterráneo y éste se ha embellecido con su presencia.

Estimada Proserpina, pues, no se enfade usted tanto por los recientes devaneos de algunas de las habitantes de su territorio, en realidad nadie le quiso quitar su poder, simplemente hacer una escapadita: usted misma ha dicho que quizá nos vuelva a dedicar el honor de conectarse a Internet para que sepamos de su vida. En realidad, todas estas damas sólo querían desahogarse un poco. Si no es mucho atrevimiento por mi parte, le lanzaré esta petición, ¿por qué no, usted, mujer y diosa preclara donde las haya, no surte de unos puntos de conexión a sus súbditos y súbditas espectrales? Usted señora, volvería a pasar a la Historia por su magnanimidad y sabiduría, ¿le parece bien?

Con toda mi alma, le brindo a usted, Señora, como lo hice con sus súbditas, mi modesto poema "Maldito seas" para que se lo dedique a su esposo por haberla raptado. Espero que no le haya molestado este ofrecimiento.

Con todos mis respectos, suya afectísima Elena Clásica.

Euterpe dijo...

Antonio (y el resto de dioses, héroes y musas): ya funciona el clip de audio de mi perfil. Recomiendo encarecidamente su audición. Se trata de "bone Jesu" de Schütz, con dos excepcionales niños de Tölz: ¡todo un lujo! Te he contestado allí porque mi blog va más rápido. Supongo que éste me enlentecerá el ordenador por la combinación de gadges y colores... Sí, mi lector de pantalla tiene sus manías.

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Hace un poquito de viento y algunas gotas de lluvia me mojan el cabello. Pero aquí sigo. Asomada a mi balcón, mordiéndome los labios por las sorpresas que me va deparando la visita al Blog Estupendísimo Lugar de Recreo de las Más Importantes Mujeres, del que es propietario mi querido maestro.
Permanezco en silencio... y espero. ¿Quién falta? Mucho me temo que todavía se producirán visitas inesperadas... y que tal vez, este asunto termine con algún que otro rizo deshecho.
A pesar de mi asombro... me estoy divirtiendo muchísimo. He dejado mi trabajo pendiente, ahí detrás, en el cálido salón, al que llegaba esta algarabía... ¡Es que no puedo concentrarme! ¿Cómo pensáis que voy a escribir poesía con este barullo?
Yo soy muy tímida, y no me atrevo a intervenir... pero ahí esta nuestra valiente Elena...

...


¡GENIAL!


Un abrazo fortísimo para tod@s

Euterpe dijo...

Antonio, gracias por tus palabras; tuve que borrar el artículo del blog por circunstancias (te lo explico en un correo), pero lo guardé junto con los comentarios. ¡Gracias por BWV 71! La tengo con el Tölzer Knabenchor.
Creo que voy a hacer una visita a los Infiernos por ver si puedo ablandar el duro corazón de Prosérpina... Pero es que me aterra ver ciertos castigos, yo no estoy hecha para eso... Además, el enfrentarme al continuo mal humor de Caronte... Y el cartelito de la puerta ya echa para atrás a cualquiera: "LASCIATE OGNI SPERANZA, VOI CH'ENTRATE". En fin... Se mora mejor en el Parnaso.

Natàlia Tàrraco dijo...

¡Salves a todas y a Antonio en especial!
Hacedora soy de cuentos más o menos afortunados, algunos los sitúo en época romana, son éstos los que más me placen pues en aquella época creo haber vivido otra vida, o haberla, tal vez, soñado.
Ha sido un inmenso goce y un deleitoso aprendizaje pasearme por el espacio melódico, culto y poético que el distinguido y amable Antonio nos brinda. Me faltan palabras para precisar lo que siento ante su exquisitez y gentileza.
Quiero, hermanas, si me permitís la franqueza de llamaros así, señalar que cada una de vosotras con sus avatares, tristezas, rabias, recuerdos, impotencias, felicidades y desgracias, me ha comunicado que no somos ajenas las unas de las otras. Aunque seáis leyenda, mito, divinidad o carne y hueso de hoy, os siento próximas y os comprendo. Como pasear por el Hades entre sombras que guardan el hálito de mil experiencias femeninas, lo mismo que vagar por los fragantes Elíseos o revivir lejanas vidas que palpitan aún ciertas, ha sido conoceros: Safo, Elena Clásica, Carmen, Helena espartana, Isabel Romana, Dido, Euterpe musa melódica, Electra, Clitemnestra, Antígona, Soledad -no tardes en ofrecernos tus poemas, delicada y tímida, que aquietamos el "barullo"-…y sobretodo, la paciente Prosérpina, dulce señora de los Infiernos, la que durante seis meses al año, sale de los vapores oscuros para dispensar vida y frutos, al lado de su compañera Flora, ¡salves romanas a cada una!

Pero en mi deambular entre vosotras he topado con un espíritu mezquino, la conozco, Livia Drusila. De ella digo que en vida no atesoró otra pasión que el PODER. Acostumbrada a ese vicio que todo lo arrasa, no puede ni sabe contentarse con la nada y con la muerte. Empezó su insolente discurso cargando contra Dido, después contra aquella a la debe reverencia y respeto; Prosérpina, para al cabo, vista la reacción que provoca su actitud, rematar contra los dioses mismos, impotente.
Os digo mujeres admirables, que vosotras supisteis amar, odiar, comprender, ¡sentir! en definitiva, y Livia jamás fue capaz de ello. No amó a Tiberio Claudio, ni a Octavio ni tampoco a su hijo Tiberio, al cual manipuló desde niño para encaminarlo a sus fines con despótica maternidad, sin flaquezas ni cariño, resultando después lo que fue, hombre torturado y frío, despótico César. Livia no se amaba ni a sí misma, hizo de su vida una tela de araña y como la Lidia Aracne quedó en ella prendida, seca, sola, es el castigo que mereció por insultar y retar a Minerva, y a todo lo divino y humano.
A Dido la envidia por su fama de mujer capaz de amar y por su despecho valeroso, por ser ella misma a costas del Destino, incluso por la decisión de acabar con su vida por deseo propio. A las demás por infinitos detalles que las convierten en eternas y en queridas, en recordadas para siempre a través de las voces y los escritos de bardos y poetas.
Miserable espíritu nocturno Lémur en pena para siempre. ¡Te maldigo Livia!
Únicamente me has resultado humana, frágil, al recordar aquel gorrión en los dedos de Lesbia, los versos del tierno Catulo, y al verte feliz, por breves momentos, en aquella estancia jardín donde ocultabas tu desdicha mirando las pinturas, reproducción de un edén verídico que no gozaste por ser como eras.
!Livia! a tí me dirijo; me ha conmovido por patética, tu súbita búsqueda de la amistad con aquella que has insultado, Dido, y lo haces, taimada, sin acabar de rectificar, a base de un excusa fútil; lo de la púrpura. La soberbia fue tu perdición y es tu peor enemiga, no esas doncellas, mujeres, diosas a las que has vilipendiado. Asume Livia que SOLA estás en vida o muerta. Ésta es la peor condena, la más terrible pena, ésta y el OLVIDO.

Me despido Antonio, señoras, y espero no haberos cansado con tamaño discurso, la última parte lleno de enojo, pero es que no podía consentir quedarme en silencio, esa mujer nacida de la raza que estimo, me causó furia y pena inmensas.
Os saluda con cariño sincero y respeto, natalí

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigas todas, Isabel Barceló, Mujeres de Roma; Natàlia Senmartí Tarragó, Imaginar… bajo los auspicios del V; Elena Pascual, Elena Clásica; Euterpe, una auténtica Musa, Soledad Sánchez Mulas, otra Musa;

Con vuestras intervenciones me siento más que abrumado y no sé cómo corresponder a tanto interés y tan grande empatía. Sería largo enumerar todas vuestras cualidades y vuestro hondo sentido del humor y las ganas de pasárselo bien con dignidad y elegancia.

Sois todas un pozo de Sabiduría e Inspiración, que hacéis evidentes con holgura, cada una desde su punto de vista. Grande es la empresa que debería yo acometer para corresponder a tanta elegancia y tanta generosidad. Sirvan por ahora estas palabras de demostración de agradecimiento a vuestras lúcidas intervenciones, sin renunciar por mi parte a un comentario más extenso, que dé cumplido cumplimiento al deber que tengo contraído con todas vosotras.

Dejo este comentario en mi propio espacio, y también en el vuestro, el de cada una de vosotras, para evitaros el trabajo de releer lo que ya tenéis leído.

Un gran abrazo y un beso cariñosos,

Antonio Martín Ortiz

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Estimada Proserpina,
disculpa mi tardanza pues quise ir al reino de Plutón para preguntar por ti y sin embargo ese dichoso Can Cerbero no me ha permitido ni asomar la mirada y mira que iba con inmensas ganas de conocerte y ver tus oscuras tierras.
En fin, no pudo ser, así que desde aquí, te envío mis saludos con la esperanza de contar con más visitas tuyas y que nos relates como pasa la vida en tu enigmático mundo.

Es un placer poder disfrutar de tu presencia en la red.

Mis más cariñosos respetos.

-