PRODIGIOS [PRODIGIA] SINIESTROS

OLIM [HACE TIEMPO]: LO QUE SON LAS COSAS

ALGO ESTÁ CAMBIANDO EN MÍ.

ME MIRO AL ESPEJO Y NO ME RECONOZCO (EL LEÓN)

Los Romanos tenían sus adivinos y sus sacerdotes. Los adivinos (“augures” y “haruspices”) interpretaban los prodigios de la Naturaleza y examinaban el hígado de los animales inmolados. A partir de ahí sacaban sus conclusiones. Cuando algo siniestro había pasado o se avecinaba, los dioses lo anunciaban con “prodigios”: estatuas que sudaban sangre, bueyes que hablaban, ríos que fluían hacia arriba, noches en las que había la misma claridad que durante el día, días en los que no se veía luz alguna, cuadrúpedos que nacían con tres patas, humanos que tenían dos cabezas, estatuas que se movían de sitio, templos que se derrumbaban, columnas que se inclinaban, ejércitos romanos que eran vencidos, mulas que parían.

MIRABILE DICTV [Una maravilla para contarlo]

(Vergilius, GEORGICON Liber Tertius, 275)

Y así sucesivamente. Buenos ejemplos de ello se describen en el Libro Primero de LAS GEÓRGICAS de Virgilio, en el Décimoquinto de LAS METAMORFOSIS de Ovidio, todos ellos antes o después del asesinato de Julio César en las Idus de Marzo del 44aC. Una extensa recopilación posterior la tenemos en el LIBER PRODIGIORVM de Iulius Obsequens.